Llegamos al último mes del año con una de las aventuras más veraniegas que había confirmadas en 2015. Tras sus paso por las islas tropicales, Rico Rodriguez está de vuelta con unanotable espectacular juego de acción en mundo abierto con aciertos y errores a partes iguales.
Pocos estudios y compañías tienen la capacidad suficiente para lanzar en un mismo año, e incluso en tan solo unos meses, dos títulos tan grandes como ha hecho Avalanche Studios en 2015. En septiembre Mad Max chocó directamente con Metal Gear Solid V: The Phantom Pain pasando ligeramente desapercibido entre el usuario medio, pero ahora, tras el parón de lanzamientos en el mes de diciembre, se está teniendo en cuenta la calidad que tiene dicha producción. Unos meses más tarde llega Just Cause 3, una propuesta similar en cierto sentido a Mad Max, pero con un punto de locura y frenetismo que la da personalidad propia.
Actualmente en la industria de los videojuegos rara vez queda hueco para producciones de tamaño medio y Avalanche Studios seguro que será consciente de que Just Cause 3 es un título de acción en mundo abierto como muchos otros del mercado, pero que no puede competir cara a cara con otros proyectos mastodónticos. Desde sus inicios en 2006 hemos vivido ya tres entregas repletas de explosiones, destrucción y desenfreno, y en ello se ha especializado la franquicia. No desean ir más allá ni buscan sorprendernos, es un juego bien resulto sin complicaciones que ofrece situaciones imposibles que a medio plazo terminan siendo repetitivas.
En la nueva generación de consolas todo es mucho más bonito y las explosiones lucen especialmente bien, al igual que la libertad para el jugador es abrumadora. Casi cualquier locura que pensemos en Just Cause 3 es tangible, y consigue ofrecer una dosis de entretenimiento sin alardes, que además es muy complicado de encontrar en el catálogo de PlayStation 4, Xbox One y PC.
Historia
Esta entrega nos transporta a un archipiélago ficticio en el Mar Mediterráneo, donde un dictador ha instaurado un régimen de terror que debemos derrocar a base de disparos y muchas explosiones. Rico Rodríguez vuelve a sembrar el caos en una espectacular aventura de mundo abierto. Todo será gracias a lo bien preparada que está la ciudad para emplear el maravilloso gancho que lleva nuestro protagonista.
La república de Medici, en el Mediterráneo, se encuentra oprimida por el tiránico régimen del general Di Ravello, un dictador con una insaciable sed de poder. Tú eres Rico Rodriguez y tu misión consiste en derrocar al general sea como sea. Tienes a tu disposición más de 1000 km2 de tierra, mar y aire que puedes surcar libremente, además de un enorme arsenal de armas, artefactos y vehículos; todo ello para sembrar el caos de la forma más original y explosiva que puedas imaginar.
Una historia sin pretensiones que no va a sorprender a nadie. La trama es sencilla y su único cometido es entretener para ofrecernos un juego repleto de acción y diversión a partes iguales. Lo que busca lo cumple satisfactoriamente, sin embargo sus mecánicas se agotan a las pocas horas de comenzar Just Cause 3, algo que tampoco se soluciona con el planteamiento plano y poco imaginativo de las misiones principales y secundarias.
Es realmente desalentador que Avalanche Studios no haya sabido o podido sacar mayor partido a su obra, pues cuenta con un mundo enorme, de escenarios verticales y que está repleto de coleccionables y logares a arrasar con el poderoso armamento de Rico. 25 misiones principales forman su historia, la cual puede superarse en unas 17-20 horas de duración, algo subjetivo pues para acceder a ciertas tareas nos imponen varios objetivos secundarios.
Jugabilidad
Para no perder el hilo respecto al argumento anterior, además de las misiones principales tenemos multitud de labores a completar. Destruir bases, liberar ciudades, ayudar a algunos lugareños son algunas de las tareas más importantes que vemos en el archipiélago. También hay desafíos como pruebas de vuelo o conducción donde hay que conseguir la mayor puntuación posible, y finalmente, los conocidos coleccionables repartidos por el mapa. Si nos paramos a cumplir todos y cada uno de los envargos, la duración de Just Cause 3 puede superar incluso las 40 horas, una cifra que quizá no aguantemos con el mando entre las manos debido a su elevada reiteración.
El argumento principal te va llevando sin ostentaciones, pero hay un elemento que puede chirriar a determinados usuarios, ya que de vez en cuando hay que tener un cierto porcentaje del lugar conocido, o terminar tareas secundarias y los desafíos. Artificialmente Avalanche Studios limita el progreso natural de la campaña, imponiendo por ejemplo liberar cierto número de provincias para seguir avanzando en la historia. Las primeras horas se hacen entretenidas, pero cuando este funcionamiento no varía con el desarrollo del juego, todo se vuelve tedioso y deseas centrarte en el objetivo primario y acabar con la aventura.
Los juegos de acción apuestan últimamente por soltarnos en un caótico mundo con las mínimas habilidades, introduciendo así toques de rol y el progreso constante del protagonista. Avalanche Studios deja dichas mecánicas a un lado e incorpora a Rico Rodríguez todos los recursos jugables desde el comienzo de la aventura, por lo que al poco tiempo de comenzar Just Cause 3 se queda sin ideas frescas e innovaciones. Es cierto que vamos obteniendo mejores armas y vehículos con el paso del tiempo, al igual que mejoras concretas, pero la base principal donde destaca el traje aéreo y el gancho para moverse libremente por el escenario no varían de principio a fin. El estudio no desea que el jugador tenga que esperar para ejecutar locuras en Medici, una decisión de diseño que posteriormente termina condenando al título.
No hay rincón del mapa que el gancho, paracaídas y traje aéreo de Rico no pueda alcanzar. Además, sirve para cualquier tipo de situaciones, ya sea para coger objetos y lanzarlos contra los oponentes, como para agarrarse a un helicóptero y robarlo para destruir la base enemiga. Aunque estas herramientas son muy cómodas para moverse, también hay coches, motocicletas, lanchas, aviones o tanques en el mundo de Just Cause 3.
Gran parte del mapa está marcado color rojo deseando ser arrasados, y las alternativas para ejecutar el plan son casi infinitas. Al principio nos enseñan a atar barriles al gancho y estamparlos contra el objetivo, algo que puede complicarse enganchando al enemigo a dicho barril. Suena muy divertido, pero cuando estás rodeado de otros tantos soldados no es tan sencillo como nos cuentan y toca ser práctico. Se necesita de una precisión extrema en este aspecto para no caer derrotado en el intento, por lo que en la mayoría de ocasiones terminamos repitiendo la misma mecánica: tirotear a los seguidores del tirano Di Ravello, y ya con el lugar bien limpio, explotar poco a poco las edificaciones encargadas.
Al hacer uso del gancho y sus otras variantes hemos tenido la sensación de estar jugando a un título inacabado, con falta de animaciones. Es imperdonable tener que repetir varias veces un movimiento para alcanzar y agarrarte a los salientes. El control es impreciso en este sentido, y aun así, al final terminas acostumbrándote y aprendiendo a precisar mejor los saltos. Tras horas y horas se consiguen hacer verdaderas virguerías para explotar todas las instalaciones de los alrededores. El territorio de Just Cause 3 está dividido en tres grandes regiones, las cuales a su vez están divididas en provincias. Cuando se llega a una parte avanzada de la historia, el propio juego nos obliga a haber visitado un número determinado de ellas. Si dejaran acabar las 25 misiones principales una detrás de otra, seguramente terminaríamos en menos de 10 horas, pero el componente que hemos comentado lastra la experiencia. Para rematar se ve empañado todavía más por el enfrentamiento ante el jefe final, que podría resumirse sin entrar en detalle como un verdadero desastre.
Si después de todo esto le perdonamos que no tenga los mejores tiroteos ni las mecánicas más pulidas, tenemos muchísimo contenido de una calidad notable. En líneas generales Just Cause 3 consigue entretener por el frenetismo y las continuas explosiones, pero deja que desear cuando se busca una profundidad argumental y jugable.
Gráficos y Sonido
Podrá tener sus fallos en lo jugable, pero Avalanche Studios siempre consigue que sus títulos sean vistosos y bien acabados gráficamente. Encima vemos en Just Cause 3 un diseño de los escenarios completamente diferente a Mad Max, donde el desierto y la soledad son los protagonistas del hermoso mundo post-apocalíptico. Aquí predomina el buen tiempo del clima mediterráneo, con sus fantásticos cielos despejados y una vegetación y belleza natural única. Igualmente el tipo de construcciones van acordes al estilo de juego de Rico Rodriguez, muy verticales que permiten movimientos rápidos y espectaculares.
Un grave problema que aparece en las versiones de consola es los eternos tiempos de carga que tiene Just Cause 3. Con el lanzamiento de parches se está corrigiendo aunque siguen siendo bastante molestos y estropean el ritmo sobre todo en las cinemáticas, siempre antes y después de cada una de ellas. También están presentes al reintentar cualquier misión o desafío, siendo en ocasiones eternos para poder mejorar una puntuación. Avalanache Studios debería haber optimizado mejor Just Cause 3, y ya es noticia cuando un juego se pone a la venta en el mercado sin fallos jugables, errores gráficos o bugs.
Just Cause 3 funciona en PlayStation 4 a 30 imágenes por segundo de forma constante casi durante toda la aventura salvo momentos esporádicos de pura catástrofe. Cuando empiezan a aparecer multitud de explosiones se nota el bajón, aunque no llega a molestar demasiado al rendimiento global del título. Por lo demás Just Cause 3 es un juego notable gráficamente, pues Avalanche Studios ha conseguido un mundo amplio y bello, donde predomina la destrucción total del escenario. Las cinemáticas desde el punto de vista estético también han sido bien cuidadas, pero distan de otros referentes que han aparecido en el presente año.
En cuanto al sonido, los temas de su banda sonora funcionan correctamente sin destacar, acompañando a la acción con melodías acordes al mar Mediterráneo y sus bonitos lugares. Just Cause 3 llega con un doblaje más que interesante al español con voces reconocicles de otros juegos del mercado. Una gran evolución respecto al pasado capítulo, que sólo venía traducido mientras que las voces estaban en inglés. En buena parte es debido a la colaboración con Square Enix y Kochmedia, que siempre tratan al detalle los títulos más occidentales. Por último, los efectos sonoros cumplen con golpes contundetntes, donde sale a relucir los altos valores de producciones a nivel audiovisual.