Cuando estamos a 13 de diciembre de 2017, a 18 días de que se acabe el año, Nintendo anuncia que consiguió lo que no muchos hubieran pensado hace un tiempo: la Nintendo Switch ya vendió 10 millones de consolas en el mundo.
¿Cómo lo lograron? Puede parecer un misterio, pero a la larga no es tanto. Nintendo le dio al clavo en el formato de la consola, ofreciendo un producto en general redondo y si bien su enfoque no está en la potencia bruta, la Switch no se queda demasiado atrás a la hora de mostrar juegos visualmente atractivos.
Prueba de ello son Breath of the Wild o Super Mario Odyssey.
Pero además, y si bien no todas las compañías third se han subido al carro todavía, tampoco es que se le está dando la espalda como sucedió con la Wii U. ¿Alguien hubiera apostado hace un año por ver juegos de Bethesda en una plataforma de Nintendo? Sí, Skyrim no es realmente una novedad porque es viejo y tiene cientos de versiones ya, pero Doom y Wolfenstein II son pesos pesados.
El futuro de Nintendo Switch es por ahora auspicioso, partiendo por los juegos de la propia Nintendo (o “encargados por ellos”, como Bayonetta 3). La compañía consiguió hacer de la Switch un producto atractivo para los consumidores, algo que no lograron con Wii U.
Solo a modo de comparativa: la Wii U demoró casi tres años en alcanzar 10 millones de unidades. Switch lo hizo en 9 meses.